Hay llamadas que cambian el ritmo de una venta. Un martes por la tarde, con la carpeta de un ático en Vegueta abierta en la mesa, me entra un mensaje por la red de referidos de RE/MAX: un colega de Múnich tenía una pareja alemana que buscaba un casco histórico con encanto en clima suave, con teletrabajo. Cuadraba. El ático tenía 195 m2, un patio canario interior rehabilitado con cariño y una terraza recogida que miraba a tejados y cielo. Lo habíamos valorado en 650.000 euros, en línea con su rehabilitación de 2020 y los metros útiles bien aprovechados. La preocupación de los propietarios, Sofía y David, era clara: no querían visitas de turismo inmobiliario. Buscábamos compradores decididos. La red internacional no solo trajo a los candidatos, trajo el contexto exacto: por qué Gran Canaria, por qué Vegueta, por qué ese ático. Y eso, cuando se negocia, vale oro.
Por qué la red internacional marca la diferencia
Trabajar con RE/MAX te abre puertas sin tener que reventarlas. No se trata de colgar el piso en un mapa y esperar, sino de hablar con gente que entiende lo que se está ofreciendo y a quién le puede encajar. Con el equipo de Múnich filtramos expectativas: necesitaban luz, silencio para trabajar, fibra estable y acceso andando a servicios. Mandé un dossier en alemán con planos, memoria de calidades y un vídeo comentado de 3 minutos. No fue un pase de fotos, fue una explicación: qué se oye, qué se ve, cómo entra el sol a las 10 de la mañana en el salón. Respondieron que querían venir a verlo.
Coordinamos las visitas con tiempo. Acordamos un fin de semana largo para evitar prisas. El viernes conocieron el barrio caminando: Plaza de Santa Ana, la Catedral, Triana a diez minutos. El sábado, visita sin relojes. Tomaron medidas, preguntaron por la comunidad, por el IBI, por la orientación exacta. Esa primera visita terminó con un café en la terraza hablando de logística de mudanza y colegios internacionales. Ahí supe que lo teníamos bien encaminado.
Experiencia real / Caso práctico
El proceso duró 42 días desde el primer mensaje hasta la firma de arras. La oferta llegó a los 10 días de la visita, a 635.000 euros, con cumplimiento de plazos concretos y condiciones de pago claras. Sofía y David querían una parte adelantada para reservar una vivienda en Ciudad Jardín; negociamos un calendario que les diera aire. Firmamos arras a los 15 días, con un 10 por ciento, y pusimos fecha de notaría a la quinta semana. El trabajo de documentación fue clave: Nota Simple actualizada, certificado de eficiencia energética, estatutos de la comunidad, actas de derramas, recibos al corriente, y un pequeño ajuste catastral que resolvimos coordinando con el Registro para alinear metros construidos y útiles.
Hubo un escollo: los compradores necesitaban traducir jurada parte de la documentación para su banco en Alemania. Coordinamos con una traductora jurada en Las Palmas y en cinco días teníamos todo lo necesario. La financiación la traían desde su país, pero el pago se haría en España. Acompañamos con su banco aquí para evitar sustos con transferencias internacionales y límites de importes. Cuando hay equipos que hablan el mismo idioma profesional, la ansiedad baja.
El día de la firma, en una notaría de Triana, todo fue fluido. Las llaves cambiaron de manos con la sensación de trato justo. No fue solo un precio. Fue un encaje perfecto entre necesidades reales. Un detalle que reflejó la colaboración: el agente de Múnich y yo acordamos la remuneración por referido desde el minuto uno, por escrito. Transparencia antes que éxito. Así se trabaja a gusto.
Lecciones aprendidas
- Una red internacional bien usada no trae visitas, trae contexto. Cuando el comprador entiende el barrio, la orientación y el día a día, decide con seguridad.
- La preparación documental y la coordinación de traducciones evitan retrasos innecesarios. Tener la carpeta limpia te da fuerza en la negociación.
Conclusión
Vender a un comprador internacional no va de hablar inglés, sino de leer situaciones y orquestar equipos que empujan en la misma dirección. Si tienes una propiedad en un barrio con identidad como Vegueta, Triana o Ciudad Jardín, y quieres abrirte a un mercado que realmente valora esos detalles, te acompaño en todo el proceso. Puedes escribirme a roberto.munoz@remax.es o llamarme al 722 689 039. Si toca cruzar fronteras para encontrar a la persona adecuada, ahí estaré.
